Pink Power
Instalación formada por un video y 33 cuadros enmarcados (32 obras de 30 x 30 cm. c/u y una de 60 x 60 cm.)
Impresión inkjet sobre papel de algodón.
Video: 3:46 min.
Pink Power
Es una instalación compuesta de una pieza bidimensional y de un video que documenta una performance colectiva de la artista, realizada en la Feria de ARCO de febrero de 2018, en el stand de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, de Córdoba, bajo el título de I Am a Woman. En esta acción, una serie de mujeres, de distintos ámbitos, edades y contextos, fundamentalmente del arte, seleccionaron cada una frase con la que querían definirse e identificarse, a modo de autoafirmación empoderada plural y diversa, que se imprimió por la artista en textos blancos sobre fondos rosas, y con los que cada mujer deambuló, en fila de una en una, portándolos, y recorriendo todo un Pabellón de la Feria, en una performance participativa contundentemente reivindicativa feminista, que inundó el espacio ferial.
Para conformar esta pieza que se pudo ver por primera vez en ARCO 2018, la artista solicitó a priori, a otras mujeres que le escribieran o dijeran frases con las que querían identificarse y que se iniciasen con I Am, de ahí provienen algunas como: I am an artist, I am your sister, I am trans, I am lesbian, I am feminist, I am fire, I am a writer, I am your sister, entre otras, que visibilizan a una variedad de formas de ser mujeres en la sociedad y de vivir y sentirse, rompiendo los clichés de la feminidad y los comportamientos unidireccionales clicheados que la integran. Componiendo con todas ellas una pieza bidimensional de pared, rodeando a una central con los colores a la inversa, con fondo blanco y texto en rosa, con la significativa afirmación I am a woman. Una contundente pieza llena de fuerza y sororidad, en la cual la artista enuncia que todas esas diferentes mujeres, tan distintas, somos todas mujer, retomando, y haciendo esa traslación feminista, de la frase del movimiento Black Power I am a man.
Para formalizar la obra la artista utiliza el color rosa como fondo o como texto, un color que tradicionalmente “tan femenino” y que aquí se recupera como símbolo de la lucha, del empoderamiento de la mujer, deconstruyendo el significado estereotipado asignado como femenino a lo largo de la Historia. Y con ese color de significado cambiado, elabora frases revulsivas que preconizan cambios y animan a la acción colectiva llena de fuerza y energía. Este uso de los textos que lleva a cabo la artista enraíza absolutamente con los planteamientos que las feministas hicieron, a partir de la década de los años setenta y ochenta, fundamentalmente, interrogándose sobre el significado de ser humano, el silencio de y sobre la mujer en la construcción del pensamiento, y la necesidad de subvertir el lenguaje como portador de símbolos androcéntricos. A partir de entonces se han desarrollado unos discursos teóricos que han venido a aportar estrategias deconstructivas del lenguaje patriarcal existente y dominante en nuestra sociedad, así como la construcción del pensamiento en el que se sustenta, aportando nuevos enfoques en los que aquellas se reapropian como sujeto, recuperando su palabra y alejándose del silencio.
Por ello el feminismo indagó en las imágenes, en las palabras, en sus códigos y significados, desmontando los discursos que funcionaban como lo “humano”, cuando excluían a las mujeres, ofreciéndose una parte por el todo. En este sentido hablará la artista y escritora alemana Gisela Breintling en 1986.
Margarita Aizpuru
IMAGEN: Pink Power / Sala ICAS, Sevilla / 2019